Luchino Visconti - Noches Blancas - escena del bar

Suena un reproductor de discos, el ritmo sincopado de Thirteen Women de Bill Halley, llena el espacio de la escena. La música es el fondo y tiene otro volumen. Es un elemento que casi desaparece, frente a los sonidos de los movimientos y los aplausos, pero que une los siguientes minutos de la película. La acción toma un giro insospechado. Mientras hasta el momento han dominado los diálogos certeros y poéticos de los protagonistas enamorados, ahora la consistencia de los pasos de baile frente a la cámara; reflejan la presencia neta de los cuerpos. La certeza intelectual desaparece, contando solamente el juego, la pericia y sensualidad de los movimientos. El bar, alejado del frío exterior, de la muda calle dominada por la vida publica; es el refugio de la locura, la exaltación de la alegría o libertad colectiva y el dominio de lo íntimo.

Noches Blancas 1957.