21/2/11

Jean-Luc Godard - Bande a Part



Esta escena se cubre de significación y a la vez de naturalidad. Las cosas pasan como si fuera este mismo instante y espacio los que se presentan ante nosotros. No podemos ser ajenos a los personajes, que son como nosotros. Lo son y no lo son. Pertenecen al pasado, pero medido en términos de instante.

Sus ropas distan lejos de ser el vestido perfecto, la combinación clave, la apariencia definida. Parecen arrugados por el trajín del día, cansados de ensayar la escena (lo supongo…quizás la escena no se ensayo, solo paso) y esa especie de multiplicidad de elementos que se concatenan sin un objetivo especifico (estético, discursivo, demostrativo), hacen que nos sintamos parte de ellos, que estemos en la película, en los pies de los bailarines.

Sus zapatos sobre la pista de baile, suenan a suelas gastadas por el uso, los peinados están deshechos, no hay poses definidas ni movimientos preparados, inclusive el baile se acompasa por momentos y se pierde entre la música y las interrupciones del sonido en donde se desvelan los pensamientos profundos e inútiles.

La vida está llena cosas y ellas solo están allí, ocupando su espacio y momento. Las personas generan la energía de la misma y sin embargo, frente a la impotencia de traducir su ser, deambulan errantes entre ideas y actos, inválidos ante toda su potencialidad.